Estilo propio: ni facha, ni copia. Vos al 100%

Sentir que no tenés estilo no significa que no lo tengas.
Solo que todavía no lo reconociste como tuyo.

Muchas veces confundimos el estilo con la facha. Con esa estética que pega, que se entiende fácil, que “queda bien”. Como si hacer arte fuera un concurso de imágenes lindas en las redes sociales.

Pero el estilo verdadero no busca aceptación. No grita para gustar.

Y si te distrajite… aparece la trampa: querer lo que tiene el otro. Desear el resultado sin pasar por el camino.

Copiar un color, una técnica, una forma de decir… creyendo que eso nos va a dar la luz que sentimos que nos falta.

Pero esa luz no se puede Scrapliftear.. o copiar.

El riesgo de compararte

Cuando buscás afuera lo que te falta adentro, no solo no lo encontrás…
También perdés lo que sí tenías.
Lo que ya era tuyo, aunque todavía no lo hubieras nombrado.

A veces eso se ve en el taller: alguien empieza a mirar demasiado la obra de otra, a probar algo que no siente del todo solo porque le pareció “mejor”, y de golpe se apaga. No por torpe. Sino porque se desconectó de su propia necesidad.

El estilo no nace del ego. Nace del cuerpo.

El estilo verdadero no es una pose. Es una forma de estar, de decir sin palabras, de repetir sin copiar.


No es algo que se decide con la cabeza. Es algo que aparece cuando dejás de actuar para los demás, cuando te mirás de verdad mientras creás.

Es más fácil disfrazarse que crear
Pero el estilo no te adorna.
Te expone.


Te muestra aunque no quieras.
Y eso, si lo bancás, si te comprometés con el hacer, se sana.

¿Qué pasa si no tenés un estilo claro?

No pasa nada.
Tal vez estás explorando, mezclando, probando, y todo se siente desordenado.
Tal vez no te gusta repetir, o no encontrás el “para qué”.
Pero eso también forma parte.

No hay estilo sin desorden previo.
No hay claridad sin haber pasado antes por el ruido.

Hacer para no quedarse en la queja

Hay quienes se enojan porque no encuentran su estilo, pero no hacen nada distinto.


Quieren decidir otra cosa, pero sin pasar por el cuerpo, sin embarrarse.


Y así no hay forma. Porque el estilo no baja como una idea, aparece como una consecuencia.


Es el resultado de moverse, equivocarse, empezar de nuevo, sostener lo que te importa.

🌀 El autoengaño del deseo sin acción

«Hay quienes no quieren cambiar… solo quieren decidir distinto y esperar la magia.» Lo sé porque todos los hacemos en distintas áreas de nuestra vida, yo sólo puedo guiarte, en esta del arte, donde encontré que haciendo, todo el tiempo, a veces sin saber a donde iba… me llevó a mi estilo.

Buscando ser amorosa con mi obra y sólo hacer lo que disfrutaba.. descubrí mis gustos, respétandolos a pesar de que no fueran lo que se esperaba, lo que YO esperaba o lo que estaba de moda es que encontré mi estilo.

La consecuencia logca es ser feliz mientras hago, porque sólo hago lo que me hace feliz.

Haciendo es el unico camino al estilo.

Sostener el cuerpo dentro del proceso, incluso cuando la forma aún no aparece.

El estilo no es un resultado. Es una consecuencia natural de estar en movimiento.

Te espero en el aula de Junio para aprender sobre

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